Partido amistoso en Australia. El primero en la previa del Mundial que comenzará el 15 de octubre. Lugar: estadio Quay Centre en el Sidney Olympic Park. Rival: Nueva Zelanda, la versión All Blacks del Powerchair Football, que aunque no se clasificaron vinieron a jugar con los equipos mundialistas para sumar experiencia. Ahí están los 8 jugadores de la Selección Argentina listos para calentar motores (literal). Y ahí está él, Arturo Rodríguez, el número 5, siempre atento y concentrado, listo para cumplir el sueño de su vida: jugar un Mundial. Su Mundial.
“Mucha emoción y orgullo” dice que sintió la tarde del 17 de noviembre pasado cuando debutó con la Selección en la victoria 4-1 vs. Brasil por la Copa Sudamericana, en el CeNARD. Arturo tiene 20 años, nació el 19 de diciembre de 2002 y vive en Mar del Plata, donde es una de las figuras de Rengos a Motor, equipo en el que comenzó a jugar en 2017, ya ganó la Copa Argentina 2022 y se clasificó para la próxima Copa Libertadores.
Hincha de River, sagitariano, amante de las hamburguesas y fans de los videojuegos, disfruta de este presente que parecía lejano: “Al principio no imaginaba jugar un Mundial, pero siempre entrené para que algún día me puedan llamar. Di todo de mí para ser convocado, jugar y apoyar al grupo desde donde me toque estar”, dice Arturo y recuerda los comienzos: “Yo tengo disfrofía muscular y mi kinesióloga me contó que existía el futbol en sillas de ruedas motorizadas. De tanto que me insistió empecé a ir. Un día vi un partido que se jugaba en mi ciudad y, desde ese momento, no paré más. Al principio empecé a jugar con mi silla diaria pero cuando me subí a la de competición ya fue otra cosa, era más rápida, con más reacción”, asegura el autor de un golazo en el amistoso frente a Nueva Zelanda. Un gol que celebraron todos sus compañeros con mucha alegría.
El deporte le dio un espaldarazo de energía porque “también es estar con amigos y competir en una cancha”, dice con ese tono amable que lo caracteriza. Mamá Patricia, que lo acompaña en Australia, y su hermana Camila, son los pilares fundamentales en su vida. Con respecto al Mundial asegura que uno de los puntos fuertes del equipo es “la confianza que hay entre los compañeros y las ganas de ganar que tenemos todos. No hay que perder la concentración, debemos dar lo mejor en cada encuentro y ojalá podamos superar el 7º lugar del Mundial anterior”. Y cierra: “¿Qué es jugar al Power para mí? Fácil. Es pasión, el Power es mi pasión”. Palabra de Arturo.