¡CONOCÉ A NUESTROS JUGADORES MUNDIALISTAS! AGUSTÍN ZANOLI, LA VOZ DE LA EXPERIENCIA


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“ORGULLO”, esa fue la palabra que encontró Agustín Vicente Zanoli para definir lo que sintió la primera vez que se puso la camiseta argentina, allá por el 2015, en un amistoso que fue derrota contra Uruguay. Desde ese momento, cada vez que vistió la celeste y blanca, la adrenalina fue en aumento. Y ahora más que nunca que está a días de jugar nada menos que su segundo Mundial en Australia, después de aquel 7º lugar en Estados Unidos 2017. “De aquella experiencia quedé asombrado. Nunca imaginé jugar un Mundial para mi país y ahora voy por el segundo, no lo puede creer”, dice Zano, delantero de la Selección, hincha de Boca, fanático de Messi y Ginobili.

Solo hay que escucharlo un microsegundo para saber que nació en Córdoba, su tonada lo delata. Eso fue el 20 de agosto de 1993, bajo el signo de Leo. A sus 30 años es el más veterano de la Selección. Es la voz que todos escuchan y respetan.

Ingeniero Mecánico egresado de la Universidad Católica de Córdoba, amante del asado, su hobby es mirar series y películas y su música preferida es el Trap. En la charla nombra a Justina, su sobrina, reciente incorporación a la lista de buena fe de la familia Zanoli. Claro, para evitar inconvenientes, tampoco puede faltar la mención al resto del equipo: novia Laura, hermana Sofía, cuñado Guillermo, papá Néstor y mamá Adriana. Todos pilares fundamentales en su vida.

A diferencia del resto de los jugadores de la Selección de Powerchair, Agustín nació sin discapacidad física. El 10 de enero de 2012 tuvo un accidente con un cuatriciclo en Cariló que le produjo una lesión en la medula (C4) y quedó cuadripléjico. Después de tres meses en terapia intensiva por complicaciones pulmonares y largos meses de rehabilitación salió adelante con el apoyo incondicional de su familia y amigos. Con su movilidad reducida a su cabeza y cuello tuvo que reinventarse. Desde usar la computadora, el celular, mover la silla, estudiar en la facultad y cada acción de la vida cotidiana. A casi 12 años de ese momento durísimo, Agustín hoy va por su segundo Mundial con la camiseta argentina. ¡Vaya si se reinventó!

“El médico con el que hacía la rehabilitación me contó de Powerchair, una actividad que yo podía hacer. La primera vez que me subí a una silla fue de felicidad por poder hacer un deporte. Así comencé en el 2014 con Titanes de Córdoba, con el que salimos campeones en 2019”, dice Agustín quien supo ser un áspero marcador central y lateral por izquierda.

“La mayoría de los jugadores maneja las sillas de ruedas motorizada con un jostick en la mano. Yo, que no tengo movilidad en las extremidades, aprendí a usarlo con el mentón. Aunque si bien no puedo mirar para atrás y pierdo precisión en los movimientos de la silla, le agarré la mano rápido. Jugar al powerchair es alucínate”, asegura Zano con una sonrisa.

El 15 de octubre será el debut de Argentina frente a Inglaterra. Ya esto todo listo para una nueva experiencia inolvidable. Y también para ir en busca de un sueño: “Argentina campeón mundial de Powerchair”. Palabra de Agustín.