En el imponente Centro Acuático de Tokio, Daniela Giménez arañó la medalla de bronce. En su mejor actuación histórica, la nadadora de 29 años finalizó en el cuarto puesto en la carrera de los 100 metros pecho SB9.
La ilusión se había encendido en la serie clasificatoria, donde registró 1:18.88 para quedar en el tercer puesto de la clasificación general. El primer objetivo, el de pelear por una medalla, lo había sido alcanzado con amplitud.
Hubo que esperar un poco más de ocho horas para ver a Daniela en el andarivel número 3 en la final, en la que mejoró su marca (1:18:70) y quedó ahí nomás del podio, que tuvo a las neerlandesas Zijdelverd y Kruger junto con la australiana Stephens.
Balance más que positivo para Daniela Giménez, la primera argentina en llegar a las finales de natación en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Con la bronca de quedar tan cerca de una medalla, pero con la tranquilidad de haber hecho una actuación notable, en la que superó sus séptimos puestos de de Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016.