Tenis de mesa

El tenis de mesa es uno de los deportes adaptados más tradicionales. Ha estado presente desde la primera edición de los Juegos Paralímpicos de Roma, en 1960. Desde el principio, se llevaron a cabo competencias de hombres y mujeres. Las competiciones de tenis de mesa por equipos comenzaron en los Juegos Paralímpicos de Heidelberg, Alemania, en 1972 y permanecen hasta hoy. Por otra parte, la modalidad “dobles” se incluyó a partir de la edición de los juegos de Barcelona, en 1992.

CLASIFICACIÓN: Los participantes se dividen en 11 clases diferentes, en función de su condición motriz. Todos los y las participantes están identificados con las letras TT (proviene de tenis de mesa en inglés) y esta clasificación es acompañada por un número: Del 1 al 5 son para las personas que usan sillas de ruedas. Del 6 al 10 son para personas que pueden caminar. El 11 es para las personas que pueden caminar, pero tienen discapacidad mental.

LA COMPETENCIA: La puntuación y otras reglas son básicamente las mismas que para los Juegos Olímpicos, bajo la supervisión de la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF), salvo por algunas adaptaciones. Por ejemplo, en el saque a los atletas que no puedan utilizar su mano libre, ya sea porque ha sido amputada o porque tienen una discapacidad que les impide lanzar la pelota, se les permite usar la mano que sostiene la raqueta para ejecutar el movimiento. Este permiso sólo se acepta si está debidamente anotado en la clasificación funcional del deportista. También al momento de realizar el servicio, los atletas en silla de ruedas deben asegurarse siempre que la bola vaya más allá de la línea de fondo por parte de su oponente de la mesa. De no ser así, el jugador deberá sacar nuevamente tantas veces como sea necesario. Por otra parte, se les permite sostenerse a sí mismos en la mesa para volver a sus asientos después de batear una pelota. De todas maneras, no pueden hacer esto todo el tiempo. Los participantes podrán jugar con aparatos ortopédicos, prótesis y/o muletas. También pueden utilizar un vendaje para ayudar a colocar la raqueta en la mano o, entre otros recursos, pueden contar con una extensión del mango de la raqueta si lo precisan.