¡CAMPEÓN DEL MUNDO! Sí, Brian Lionel Impellizzeri es bicampeón del mundo en salto largo (T37) después de una contundente actuación en el Mundial de Para-Atletismo de Nueva Delhi, India, donde voló 6,63m en su segundo intento (mejor marca del año y récord del campeonato): saltó 21 centímetros más que en los Juegos Paralímpicos de París 2024 donde también se había quedado con el primer puesto.
De esta manera, es la segunda victoria argentina en el Mundial después de la conseguida por Fernando Vázquez (T12, disminuido visual) también en salto en largo. Y es la 5ta mundialista en la historia del país.
¿Fue una sorpresa lo de Impellizzeri? Para nada. Era el gran candidato, se hizo cargo, manejó la presión y no defraudó. El rosarino se subió otra vez a lo más alto del podio como ya lo había hecho en los Juegos Paralímpicos (6,42m) y en el anterior Mundial (6.67m), ambos en París 2024. Su historial está cargado de éxitos deportivos: también consiguió la dorada en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019 (6.21m) y en Santiago de Chile 2023 (6.65m). Y en los Paralímpicos de Tokio fue medalla plateada. A esta altura, ya es casi imbatible.
Impellizzeri nació en Rosario el 30 julio de 1998. Desde chiquito practicó deportes: tenis, básquet, vóleibol y hasta deportes urbanos como el parkour, el skate o el BMX, compitiendo con atletas convencionales porque su discapacidad suele pasar desapercibida.
Brian tiene una hemiplejia en el lado izquierdo del cuerpo por una leve parálisis cerebral congénita, que le provoca menor rango articular, menos fuerza y menor posibilidad de reacción y le limita los movimientos del brazo y la pierna.
Pero su vida cambió a fines de 2016… ¡en un cumpleaños! El destino lo cruzó con Martín Arroyo, entrenador de Yanina Martínez (dorada en 100 metros en los Paralímpicos de Río 2016), quien con su ojo clínico detectó un potencial talento y lo convenció de que probara con el atletismo.
Con un 1,97metros de altura y un cuerpo muy delgado, Arroyo supo que el salto en largo era su prueba perfecta. Y no se equivocó. Claro que no se equivocó. Ahora está festejando.