El paravóley continúa creciendo a lo largo del país y ahora se instaló en Tucumán. El impulsor fue Manuel Cerpa. «Hicimos un curso en la Universidad de Quilmes y Cerpa quedó encantado con el juego, y me dijo que tenía intención de hacer algo en Tucumán», relató Laura Cometto, entrenadora y responsable del desarrollo del paravóley en la Argentina.
Y así fue. Cerpa visitó a otras personas con discapacidad física y consiguió una reunión Graciela Juárez, la delegada comunal de Villa Belgrano, ubicada en el Km 48 Ruta Nacional 38. «El proyecto gustó y la delegada le ofreció el predio deportivo, le compró pelotas y consiguió un profesor para que colabore en los entrenamientos», le contó Cometto a Paradeportes.
Cerpa, entusiasmado, se contactó con gente de San Miguel de Tucumán, y la actividad continúa sumando atletas. «Es una buena iniciativa de la Comuna de Villa Belgrano, y la predisposición que mostraron es un verdadero ejemplo», concluyó Cometto.
El paravóley es un deporte adaptado del vóley convencional, con las dimensiones de la cancha más chicas y la red a un metro de altura. Es para personas con afecciones físicas y tiene el mismo ritmo que el vóley, aunque con los jugadores obligados a estar en permanente contacto con el suelo.