Fernando Eberhardt en Paradeportes Radio: "En Tokio hay que creérsela"


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Si bien buscó la clasificación por distintas vías, Fernando Eberhardt logró meterse en los Juegos Paralímpicos de Tokio en la última instancia. El representante argentino de tenis de mesa adaptado (C1) estará por tercera vez en la máxima cita tras confirmarse su wild card (invitación) y habló de todo lo que vivió en Paradeportes Radio, el programa del deporte adaptado, inclusivo y paralímpico argentino (miércoles a las 21 por Eco Medios, AM 1220).

«Mi clasificación se fue negando, la veía con una energía negativa. Una semana antes de Lima 2019 me lesioné… La remé por ranking y en el último torneo antes de la pandemia quedé afuera increíblemente por dos puntos. Este año fui al Preolímpico de Eslovenia, pero estaba con varios problemas de salud, y tampoco se dio. No veía a Tokio como mis Juegos. Sobre todo después de que la wild card no se dio en primera instancia. Ya estaba afuera. Pero se bajó el que la tenía, yo era primer suplente y ahora voy a Tokio», dijo el deportista de San Jerónimo del Norte (Santa Fe), pero que está radicado en San Antonio de Arredondo (Córdoba), desde hace años.

«Estoy preparándome con ganas para llegar de la mejor manera posible. Mi categoría es dura, hay que estar bien preparado. Queda un mes y medio de mucho entrenamiento. No hay que llegar ni muy abajo ni muy arriba, hay que tener equilibrio. Si lográs eso, podés hacer grandes cosas», señaló Fenando.

¿Cuál es la clave para poder hacer un buen torneo y pelear por el podio? Eberhardt fue medalla de bronce en el Mundial de Eslovenia 2019 y quiere utilizar la misma receta: «Creo que lo más importante es creérsela, lo que me pasó en 2019. Perdía por el miedo escénico. Le gané al número uno del mundo por 3-0 y eso me dio una confianza enorme. Por eso creo que la confianza es muy importante en estos torneos. Puede pasar de todo si estás muy fino. Las cuatro patas son lo técnico, táctico, mental y física. La experiencia me dice que no tengo que decir que voy a buscar una medalla, las palabras se las lleva el viento. Uno tiene que creérsela y prepararse para ir a buscarlo en la competencia».