Los Tigres, la Selección Argentina de fútbol con parálisis cerebral, finalizó en la segundo posición en los Juegos Parapanamericanos de Toronto. El equipo de Osvaldo Hernández perdió por 3-1 la final con Brasil y se quedó con la plateada en un partido que tuvo de todo. «Estoy orgulloso, hicimos un partido genial y está demostrado que podemos jugarle de igual a igual a los mejores del mundo», le dijo Pablo Molina a Paradeportes.com.
Argentina propuso una táctica muy inteligente ante un Brasil que llegaba a este encuentro como candidato. Fue paciente y ordenado, y no se desordenó cuando los brasileños rompieron el cero a través de De Oliveira. Pero también fue efectivo: en su primera llegada, pegó. Matías Bassi cambió penal por gol. A empezar de nuevo.
En la segunda parte, todo fue más parejo hasta que el árbitro expulsó a Matías Bassi por doble amarilla. Con uno menos, Argentina se abroqueló en el fondo y sostuvo el resultado desde la enorme figura de Claudio Figuera. Pero entre el calor y la diferencia de jugadores, Brasil sacó ventaja. Monteiro la empujó debajo del arco, y De Almeida liquidó la historia a cinco del cierre. En el final, hubo ovación para el equipo nacional. De muchos argentinos que alentaron, y también de varios atletas, como Gustavo Fernández, Ezequiel Casco, Federico Paolorossi, Mariano Giménez y Leandro Ricci, entre otros.
«Hicimos un partido inteligente y los complicamos. Salió como lo habíamos planificado, pero la expulsión nos perjudicó. Hasta ese momento lo teníamos controlado», le dijo Osvaldo Hernández a Paradeportes.com. Por otra parte, Matías Bassi, era una mezcla de sensaciones. «No lo toqué, el brasileño se enganchó con mi pie. Me siento mal por la roja, que considero injusta. Pero contento porque representamos al país y dejamos la vida».
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