Cancha llena. Ovación. Aliento. Afecto. El cariño de la gente y del tenis argentino. Sentirse uno más del deporte que tanto ama. Todo eso también estaba buscando Gustavo Fernández en esta exhibición. Y lo consiguió, claro. Lo sintió los días previos, cuando entró a la cancha junto a Gaby Sabatini, en cada tiro letal durante el partido, cuando una fila interminable de chicos y no tan chicos le pedían una foto o un autógrafo al salir de la cancha. En más de 10 años de carrera, casi siempre jugando en exterior, Gustavo nunca pudo vivir esa montaña de afecto tan argentina. Pero ese día… llegó.
Después del partido, habló con Paradeportes:
“Lo disfruté porque costó mucho estar de vuelta jugando acá. Para mi es un placer y estoy agradecido de que el torneo nos haya hecho un espacio. Agradecido de que Gaby (Sabatini) y Gise (Dulko) hayan querido estar para mi también es un honor”.
“Fue un día muy lindo para el tenis en sillas de ruedas”.
“Yo también quería sentirme parte del tenis argentino y sentir el cariño de la gente en un lugar exclusivo del tenis argentino. Me sentí muy querido, cosa que no estoy acostumbrado porque juego siempre afuera. Estoy más de visitante que de local”.
“Hoy fui local, más allá de que no era un partido competitivo, por lo menos pudimos mostrar lo que es el tenis en silla y disfrutar esta fiesta”.
maximiliano_nobili
