MURIÓ HÉCTOR “POCHO” RAMIREZ, EL PADRE DEL DEPORTE PARALIMPICO ARGENTINO


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El Comité Paralímpico Argentino (COPAR) informó el fallecimiento del Prof. Héctor Eusebio «Pocho» Ramírez, el padre del deporte paralímpico argentino, fundador y presidente honorario del COPAR. Además, fue el único argentino que mereció la Orden Paralímpica del IPC (International Paralympic Committee).

Héctor Eusebio “Pocho” Ramírez había nacido el 5 de diciembre de 1932 y fue profesor nacional de Educación Física. Comenzó a trabajar en temas de discapacidad en el Instituto Nacional de Rehabilitación para dirigir actividades físicas para personas con secuela de poliomielitis y discapacidad motora.

Su pasión e interés por promover el deporte paralímpico en Argentina lo llevó a fundar FADESIR (Federación Argentina de Deportes sobre Silla de Ruedas), que nuclea diversos deportes como esgrima, natación, atletismo y pesas.

Entre sus antecedentes más destacables se encuentra el cargo asumido como Presidente del Comité Panamericano de Deportes sobre silla de ruedas, gracias a la que organizó el primer Panamericano de deportes para silla de ruedas en Argentina, en 1969.

Ramírez también fue el creador de la Cátedra EFE (Educación Física Especial), que se introdujo en los diversos profesorados de educación física, y sirve para capacitar a todos los docentes en el desarrollo del deporte para personas con discapacidad.

“Pocho” Ramírez conoció y se formó junto a Ludwig Guttmann, el máximo promotor mundial del deporte paralímpico, quien lo inspiró y le enseño sus técnicas para que pueda aplicarlas en nuestro país.

En el 2011, Ramírez había sido distinguido como Personalidad Destacada de la Educación y el Deporte por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

“Pocho nos expandió los límites a todos los que lo conocimos y compartimos cosas con él”, señaló José Maria Valladares, actual presidente del COPAR.

El trabajo, visión y esfuerzo del Pocho Ramírez repercutió en forma positiva y directa en la vida de miles y miles de argentinos con discapacidad.

A los 91 años se fue el padre del deporte paralímpico argentino, se fue una leyenda. Un símbolo. Su obra quedará para siempre.