Cierra los ojos. Se concentra. Y arranca el partido. Eso es lo que hace Tute cuando está por comenzar cada encuentro de Powerchair Football. Tute es Wálter Matías Vignola, capitán de Guerreros del Oeste de Chivilcoy y arquero-defensor (juega en lo dos puestos) de la Selección Argentina de Powerchair Football. “Antes de jugar hago eso. Cierro los ojos, respiro, visualizo el partido y arranco”, dice el hincha de Boca, gran jugador de playstation y fanático de Messi y Palermo.
Matías (lo llaman por su segundo nombre) tiene 26 años, nació el 18 de abril de 1997 en Chivilcoy, a 153km de Capital Federal, en la provincia de Buenos Aires. Es de Aries y las milanesas napolitanas con papas fritas son su debilidad, comida que seguro va a extrañar por unos días mientras esté jugando el Mundial de Powerchair en Australia, del 15 al 20 de octubre. El esfuerzo vale la pena.
Tute tiene Distrofia Muscular de Duchenne, es diseñador gráfico egresado de la Escuela Artes Visuales y trabaja haciendo impresiones 3D y sublimación en un taller de “Diversidad e inclusión laboral” para personas con discapacidad que organiza la Municipalidad.
El Powerchair llegó a su vida en 2017. De hecho, Tute es uno de los fundadores de Guerreros. Ese año hubo exhibición en los Juegos Bonaerenses en Mar del Plata y la Municipalidad los llevó a participar. “Ahí me di cuenta que había encontrado el deporte que me gustaba”, asegura. Y desde ese momento no paró más. La primera gran alegría deportiva llegó con el ascenso a Primera de Guerreros en 2019. “No me lo olvido más, fue fantástico”.
De lo que tampoco se olvida fue cómo arrancó en la Selección. Fue el 7 de agosto, también de 2019, en el triunfo por 4-0 contra Canadá, en Río de Janeiro. “Vestir la camiseta argentina es una orgullo y una alegría inmensa. Y este deporte me da ahora la posibilidad de ir a un Mundial, algo que nunca me había imaginado hasta que empecé a jugarlo. El equipo llega muy bien, estamos con mucha confianza y muy bien entrenados. Nuestro fuerte es el juego en equipo y las pelotas paradas. Somos muy unidos. Los rivales más fuertes serán Inglaterra, Estados Unidos y Francia. Ojalá podamos estar entre los 4 mejores”, se ilusiona Matías, que usa la camiseta número 9.
“El deporte es muy importante en la sociedad y más aún para una persona con discapacidad porque te ayuda a mejorar en muchos aspectos de la vida. Mi familia y amigos están muy orgullosos”, dice con esa sonrisa que nunca lo abandona. Y los nombra a todos: mamá Margarita, papá Héctor, las hermanas Carolina y Gisela, y sus sobrinos Guadalupe, Delfina, Antuan, Alvaro y Amadeo.
Por último, Matías deja una reflexión final: “Ojalá toda persona con cualquier tipo de discapacidad pueda encontrar un deporte, cualquiera, el que más le guste, porque sin dudas cambia vidas A mi pasó. Jugar al Powerchair hoy es mi lugar en el mundo”. Palabra de Tute.