“Yo a vos te conozco, jugás al futbol en sillas de ruedas motorizadas. ¿Querés salir a la cancha al lado de Messi y el equipo argentino para cantar el himno?”. Así, de la nada y casi por arte de magia, apareció un asistente mexicano de la FIFA y le preguntó a Valentino si quería entrar con la Scaloneta en la previa del partido contra Australia, en el Estadio Ahmed bin Alí, aquel no tan lejano 4 de diciembre de 2022 por los octavos de final de la Copa del Mundo. La noche en que el Dibu Martínez comenzó a dar pistas de lo que haría después en la final ante Francia. El mexicano había trabajado en Powerchair de su país y lo tenía registrado. Así fue como Valentino se dio el gusto de estar al lado de Messi y toda la Selección en un momento tan emotivo con el himno de fondo.
Por estos días, la historia es otra (o no tanto). Valentino Zegarelli, con la cinta de capitán y la misma número 10 de Messi en la espalda, sale a la cancha a dejar todo en cada partido junto a sus compañeros de la Selección Argentina de Powerchair Football en el Mundial de… Australia (¿casualidad? Elijo creer…) que va del 15 al 20 de octubre. Con tan solo 18 años está disfrutando de su segundo Mundial. El de Estados Unidos 2017, el primero, lo jugó con apenas 12 años y fue el goleador de Argentina. Y aunque muchos le digan que es “el Messi del Power”, él no entra en ese juego.
“Orgulloso, eso es lo que siento desde que me puse la camiseta argentina por primera vez”, allá por el 2013, cuando apenas tenía 8 años y sus padres Mariano y Lorena descubrieron el deporte en Estados Unidos, tomaron la decisión de crear la Fundación Powerchair Football Argentina y así comenzó el desarrollo de esta disciplina que, como dice su slogan (y es más que un slogan), “Cambia vidas” y de verdad.
Valentino nació el 21 de diciembre de 2004 en Pacheco, provincia de Buenos Aires. Y como buen capricorniano, el mejor signo de todos, nada lo de tiene y siempre va para adelante. Tiene AME (Atrofia Muscular Espinal) tipo 2 y está en 6º años del secundario en el Colegio San Felipe Apóstol, un espacio que siempre le abrió los brazos y lo contuvo desde el primer día. Hasta sus compañeros de curso coparon las tribunas del CeNARD durante la Copa Sudamericana 2022. Fue una fiesta. El año que viene arranca Administración de Empresas.
Entre sus gustos enumera el asado, el rock y “también el tecno”. Y ahora se le dio por teñirse de rubio furioso, fácil de reconocer a la distancia, una ayuda para los relatores del Mundial. Hincha fanático de River, también hace una relevación que podría ser el tema principal de Intrusos: “Soy hincha de River, pero antes de jugar escucho el trompetazo de La 12, es buenísimo”. Bomba. La polémica está en marcha. Veremos qué dice su hermano mayor Franco, siempre cercano y atento a cada uno de sus movimientos.
“Pasión y adrenalina pura”, son las dos sensaciones que recuerda cuando se subió a una silla motorizada por primera vez. Su carrera deportiva comenzó (y sigue) en Tigres de Pacheco, actual bicampeón de la Liga Nacional y dos veces ganador de la Libertadores (2017 y 2022). Con Argentina logró cuatro Copas Sudamericanas y el 7º lugar en el Mundial pasado. Ahora en Australia se ilusiona con mucho más, pero va paso a paso. Con la celeste y blanca debutó en Río de Janeiro contra Uruguay en el 2013. Fue derrota 3-2, pero ese día ya metió dos goles. Y no paró más. Ya lleva más de 40 con la Selección.
“El deporte para mí es absolutamente todo. No solo es lo que más me gusta, sino que es lo que más me motiva para mejorar y superarme cada día. Me gustaría más chicos y chicas se sumen al Powerchair. Que vengan y conozcan este hermoso deporte porque no sólo van a competir sino que también van conocer gente muy buena onda y a sus familias. La van a pasar bien. Jugar al Powerchair es apasionante”, asegura Valentino.
“Lo mejor de esta Selección es la unión. Quiero mucho a mis compañeros, aunque en realidad son mucho más que eso. Como capitán estoy orgulloso de lo que trabajamos para estar en el Mundial y todos vamos por un mismo objetivo: ser campeones del mundo”. Palabra de Valentino.
