Si algo tiene el ultramaratonista ciego Hugo Acuña es voluntad, fuerza y energía. Y mucha de todo. El rosarino ahora marcó un hito histórico en el atletismo adaptado: corrió las 100 millas (160, 934km, casi 161km) de San Pedro en menos de 22 horas cuando el tiempo límite eran… ¡26! Hugo, de esa forma, se transformó en el primer atleta ciego en correr y llegar a la meta en esta distancia. Comenzó el sábado 7 a las 9:00 y completó el recorrido en la madrugada del domingo 8. Y lo hizo sólo con dos guías que se fueron turnando durante la carrera: Nadia Baqueiro y Paola Malvestiti. Además, terminó 7º en la tabla general sobre un total de 19 (y no todos completaron el recorrido). Dato: Hugo siempre terminó todas las carreras en las que participó desde sus comienzos en el 2021. Nunca abandonó. Nunca.
“Terminar las 100 millas fue una experiencia nueva. Hasta ahora había corrido hasta 135km en ultramaratones de 24 horas. En esta llegamos a los 161km y en menos tiempo. Les quiero agradecer a mis dos guías que son geniales: corrieron, aguantaron, se la bancaron, me alentaron durante toda la carrera. Lo dan todo y les estoy muy agradecidas por el esfuerzo, el sacrificio que hacen y las ganas que le ponen en los entrenamientos y en las carreras. Sin ellas este logró sería imposible. Se armó un lindo equipo, estoy feliz”, señaló Hugo Acuña, quien además es embajador de la Fundación Azcuy, que implementó un programa de apoyo a deportistas adaptados y paralímpicos donde también están Junior Fernándes (Los Murciélagos) y Juan Samorano (Para-taekwondo), ambos medallistas en los Juegos Paralímpicos de París 2024.
“Hoy me duele todo, pero ya lo logré. Era mi objetivo. Para lograrlo hay que entrenar mucho y con entusiasmo para ver hasta dónde uno es capaz de dar. Mi idea es seguir con estas carreras para cumplir el sueño de ir a correr “Las 36 horas de Esparta”, en Grecia, la carrera más difícil del mundo. Ahí hay que alcanzar los 246km. Lo voy a conseguir. Quiero ser un Espartano”, asegura Hugo que corre para Cuchulinos Team y tiene el apoyo de la Fundación Paradeportes y de la plataforma de crowfunding Club Kick Off.
Hugo quedó ciego del ojo izquierdo a los 11 años y a los 20 perdió la visión del derecho. Después de una profunda depresión, a los 27 decidió encarar la vida de otra forma: "Pasé de no animarme a hacer nada solo a insertarme en la sociedad y el primer paso fue conocer el sistema Braille. El segundo fue hacer deportes, primero futbol y ahora atletismo. El deporte cambió mi vida y el de toda mi familia”, le dijo a Paradeportes.