¡Campeones! Sí, el seleccionado argentino de fútbol para ciegos se puso la corona y es el flamante campeón de la Copa América que se disputó en Córdoba. Tras una final cerrada y sin goles, la emoción llegó en los penales, donde Argentina fue más efectivo y se quedó con el trofeo.
El encuentro se jugó con dientes apretados, como se disputan las finales. Abundó la fricción y la especulación entre dos rivales que se conocen y mucho. Se alternaron el dominio y las chances de peligro. Y, casi sin querer, esperaron los penales.
Argentina comenzó la serie y Maximiliano Espinillo la clavó de puntín; Germán Muleck estuvo cerca de sacar el primero e Ignacio Oviedo le apuntó al medio del arco para el 2-1. Entonces fue el turno de Jardiel, que la tiró afuera. Cuando parecía que todo se terminaba, Nahuel López lo desvío y le puso aún más suspenso a la definición.
Nonato, el mejor jugador de Brasil, se encargó del último disparo, que se estrelló en un palo, cruzó la línea y se fue para coronar a la Argentina en casa. Así, Los Murciélagos cerraron un año con muy buenas sensaciones ya que pudieron festejar ante los brasileños por segunda vez en el año, ya que le habían ganado 1-0 en el Grand Prix.
Argentina cerró el torneo con cuatro triunfos, una derrota y un empate en el tiempo reglamentario. Hizo 14 goles y recibió sólo 2. Braian Pereyra y Matías Olivera fueron los máximos anotadores del equipo, con cuatro cada uno.
El plantel del campeón estuvo integrado por los arqueros Guido Consoni y Germán Müleck, y los jugadores Ángel Deldo, Federico Accardi, Froilán Padilla, Ignacio Oviedo, Braian Pereyra, Matías Olivera, Nahuel López y Maximiliano Espinillo. El cuerpo técnico lo conforman el entrenador Claudio Falco, el guía Marcelo González y el asistente Agustín Rojas.