GERMÁN ARÉVALO, EL CORDOBÉS QUE VA POR LA FINAL


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El comienzo de Germán Arévalo en la natación se dio como les pasó a muchos deportistas: una visita al médico y la recomendación de hacer actividad física. Tenía apenas 10 años y por su cabeza no se cruzaba la posibilidad de ser un atleta de alto rendimiento. Mucho menos representar a la Argentina y participar de un Juego Paralímpico. 

Su progreso en los entrenamientos y su capacidad lo fueron formando. Así, a los 12 años recibió un llamado para ser parte del seleccionado juvenil de natación adaptada. Dos años más tarde, su primer viaje internacional. “Debuté en los Juegos Parapanamericanos Juveniles de San Pablo 2017 y fue una linda experiencia no sólo en lo deportivo. Ahí pude entablar amistad con mucha gente de otros países”, le asegura a Paradeportes este joven cordobés de 21 años. 

Los éxitos no tardaron en llegar: bronce en los 100 metros pecho en Lima 2019, prueba en la que ganó la plateada en Santiago 2023. Y muchos viajes. “Gracias a la natación conocí Perú, Brasil, Chile, Alemania, Portugal, Italia e Inglaterra. ¿El lugar más lindo? Funchal, una hermosa isla portuguesa”, dice el deportista, que nació con parálisis cerebral, que también practicó fútbol y atletismo.  

Ahora, su meta se llama París 2024. Por eso, se entrena de lunes a sábado en las instalaciones del estadio Mario Kempes de Córdoba con el profesor Martín Ferrer. “Quiero clasificar a la final en los 100 metros pecho. Sería un sueño finalizar entre los mejores ocho del mundo”, asegura Arévalo, el mismo que cuando se tiró por primera vez a una pileta no se imaginó que representaría a la Argentina en los Juegos Paralímpicos.