Mariela Delgado siempre va a toda velocidad con su bicicleta. Y a toda velocidad tomó una decisión antes de aquel lejano 20 de marzo cuando se decretó la primera etapa de aislamiento obligatorio en todo el país. Mariela estaba en el CENARD y le informaron que no podía quedarse más por las nuevas medidas. La misionera tomó sus cosas, subió la bici a su auto y enfiló para… Catamarca. A 1.100 kilómetros de la Capital. Claro, eso sin saber que Catamarca recién tuvo su primer caso de coronavirus este último jueves luego de más de 100 días. Una visionaria.
Así fue como el 18 de marzo, dos días antes de que se decrete la cuarentena en todo el país, llegó a Valle Viejo, un pueblo ubicado a 15 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca, la capital de la provincia. «Fue una odisea llegar, traje ropa de invierno pensando que iba a ser un tiempo corto… pero todavía sigo acá», relató en Paradeportes Radio (miércoles, de 21 a 22, por AM 1220).
Pero, ¿por qué en Catamarca? «El asunto es que se había cancelado mi viaje a España y decidí entrenar en un lugar con desnivel. Yo ya había estado acá preparándome para los Juegos Paralímpicos de Río 2016 así que conocía el lugar y las rutas, eso me convenció”, comentó Mariela, quien ganó tres medallas en los últimos Juegos Parapanamericanos de Lima 2019.
Sin embargo, durante las primeras fases de la cuarentena, se quedó guardada en una cabaña que le alquiló a una amiga. Como casi todos los ciclistas (olímpicos y paralímpicos) se sumó al trabajo indoor junto al resto del seleccionado nacional. Bicicleta, rodillo (el aparato donde va la bici) y un programa virtual que simula rutas y carreras y que brinda estadísticas detalladas del rendimiento de cada deportista. Cuando Catamarca comenzó a superar fases, Mariela tuvo la posibilidad de salir a correr por los paisajes catamarqueños: «Decidí quedarme y desde hace más de un mes que puedo salir a entrar por las rutas, además de todo el trabajo que hago en mi casa «, afirmó.
Así, desde mediados de mayo, las rutas entre Valle Viejo y San Fernando son el área de entrenamiento de Mariela. «Ahora estoy como en una pretemporada, siento que estoy en las mismas condiciones que antes del Mundial de ruta», aseguró. Los meses de trabajo en su casa fueron valiosos para no perder el ritmo. Sobre el entrenamiento con el rodillo, Mariela cree que llegó para quedarse: «Lo vamos a sumar al entrenamiento, sin dudas. Es un trabajo más específico y podemos estar más atentos a la técnica. No tenemos que tener la mirada al frente y estamos más atentos a lo que buscamos», dice Mariela, la ciclista paralímpica que acertó un pleno durante la pandemia.
