Constanza Garrone puede combinar y disfrutar diferentes pasiones al mismo tiempo: deporte, educación y militancia. Tenía 14 años cuando sufrió un accidente durante un entrenamiento de gimnasia. Fue entonces que le recomendaron practicar tenis de mesa sobre silla de ruedas, algo que aceptó y disfrutó desde la primera vez.

Fue Gabriel Copola, un símbolo de tenis de mesa adaptado, el que la invitó a jugar al club Brisas de Haedo. Al principio de manera recreativa y como parte de la rehabilitación. Pero Coty, que siempre llevó el deporte arraigado, se enganchó y fue por más.

Casi sin darse cuenta, empezó a competir y llegaron los buenos resultados. En 2014 la convocaron por primera vez del seleccionado argentino y al año siguiente integró la delegación que participó en los Parapanamericanos de Toronto 2015. Su carrera continuó en ascenso, consiguió una medalla de bronce por equipos en Lima 2019 y la soñada clasificación para su primer Juego Paralímpico en Tokio.

Pero más allá de su juego, de la paleta y la pelotita, Constanza Garrone demuestra una gran madurez con sus 24 años. Así, mientras cursa el cuarto año de psicología en la Universidad de Morón se hizo una costumbre su presencia en diferentes exposiciones sobre discapacidad y género.

Jugadora y militante feminista, Coty deja de lado la timidez y la aplasta con fundamentos: “Me motiva hablar de cosas que no se hablan y es necesario hacerlo. El género y la discapacidad en el deporte tienen muchos denominadores comunes”.