Facundo Palacio realiza deportes desde muy chico. A los 15 años ingresó a la escuela de la Asociación Argentina de Tenis Adaptado (AATA) y de a poco fue armando su carrera profesional. Oriundo de Yerba Buena, Tucumán, llegó a ingresar a la selección argentina y en 2016, con 19 años, alcanzó el puesto 58 del ranking mundial, su mejor posición. Sin embargo, meses después de ese logro, se retiró de la actividad.
«Quería enfocarme en el estudio. Empecé la carrera de nutrición, hice un año en 2017 y en 2018 me pasé a abogacía. Ahora estoy en tercero», le contó a Paradeportes. Sin embargo, nunca quiso dejar la actividad deportiva y en diciembre de 2018 volvió a entrenarse. Solo que le faltaba encontrar una nueva disciplina.
«En febrero de 2019 me compré la handbike (bicicleta de manos) como recreación, para andar con mis amigos, y Elisa
Ríos, una atleta de triatlón, me contó que, en las competencias que ella tenía, veía a personas con discapacidad que participaban», relató Facundo. Así fue como averiguó y se topó con el paratriatlón: la versión adaptada de esta disciplina que combina la natación, el ciclismo y las carreras a pie.
A los pocos días se anotó en su primera carrera y se sintió a gusto. «De este deporte me gustó el ambiente, hay mucho compañerismo. Lo más difícil es el handbike, me cansa mucho y es la parte mas larga, tenés que tener mucha cabeza. La natación me encanta y es lo mas fácil para mí», señaló Palacio, de 23 años.
Encontró a un entrenador, Sebastián Maldonado, y juntos planificaron un año de competencias representando al «SM Team». En noviembre de 2019 participó del Ironman de Buenos Aires y al día siguiente lo llamó Emiliano Ducatenzeiller, entrenador de la selección argentina. Lo invitó a sumarse y aceptó. Se sumó a las distintas fechas del campeonato argentino en la categoría PT1 y mejoró sus marcas. «La idea era que en este 2020 me meta en el circuito internacional pero pasó todo esto de la pandemia», se lamentó.
Sin embargo, la cuarentena no hizo que baje los brazos. Estuvo tres meses entrenando con su handbike con el sistema de rodillos (un aparato donde se ubica la bicicleta para mantenerse fija) y haciendo natación atado en su pileta. Y, desde hace algunas semanas, su pueblo tucumano cambió de fase y ya puede hacer sus prácticas al aire libre.
En 2021 se reactivará el panorama mundial de paratriatlón y Facundo quiere meterse de lleno, con un objetivo claro por delante: «La idea es competir a full afuera y apuntar al ciclo paralímpico de París 2024. A Tokio ya es muy difícil, entran los mejores nueve y yo aún no tengo ranking. Quiero meterme en el circuito mundial, como hice con el tenis. Y ojalá pueda estar en París, es mi nuevo sueño«.