Eduardo Gauto, el fana de Boca que va por toda la gloria


Compartir

“Me educaron para ser responsable y cuidar lo mío. Los valores que me inculcaron fueron fundamentales”. Para Eduardo Gauto el secreto para hacer todo lo que hace pasa por ahí.

¿Qué es todo? El propio Gauto lo cuenta. “Me gusta hacer el mantenimiento de la casa. Hago las camas, limpio, lavo los platos, cuelgo la ropa y cocino”. Para aquellos que no lo conocen, el protagonista de esta historia es ciego desde los cuatro años y será uno de los judocas que representará a la Argentina en los Juegos Paralímpicos de Tokio.

“De pequeño aprendí que para ser feliz había que lucharla. Y eso haga cada día”, explica el argentino que está séptimo en el ranking y se prepara para disputar su segundo juego olímpico.

Cuando Gauto habla de la educación que recibió se refiere a su pasado en la Escuela Número 12 de Lanús, donde gracias a la recomendación de una profesora de educación física comenzó a practicar judo. Eso sí, tuvo un largo recorrido hasta ser convocado para Argentina, un sueño que recién abrazó cuando tenía 22 años.

Para Gauto fue clave entrenarse con atletas convencionales. “En Argentina todavía no hay torneo para judocas ciegos y entonces participamos en interclubes, donde mis colegas se olvidan que soy ciego y eso está muy bueno”, explica el bonaerense que hace pocos días ganó la medalla de bronce en el Mundial de Bakú 2021.

Eduardo Gauto, medallista dorado en Lima 2019.

“Es difícil elegir mi logro más importante. La plateada en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, la dorada en Lima 2019 y el primer puesto en el Preolímpico de Montreal 2020 los llevo en el corazón”, indica Gauto, que también tiene un pasado por el fútbol para ciegos.

“Fue un sueño defender los colores de Boca. Fue una propuesta que me entusiasmó y no lo dudé un instante. Participé de la Liga Nacional 2017 y me di cuenta que es un deporte de alto rendimiento. ¿Cómo anduve? Hice lo que pude, jaja. Pero jugué para el club que amo”, recuerda Gauto, que también trabajó como ejecutivo de cuentas de una importante cadena de librería y de una reconocida empresa que vende pasajes de colectivos.

Está claro que Gauto no sabe de imposibles. Y por eso sueña con dar pelea en el tatami para poder colgarse esa medalla que persigue desde que era un alumno ejemplar en la Escuela Número 12 de Lanús.

¿Cómo se juega el judo adaptado?