Lucas Díaz Aspiroz regresó a los entrenamientos después de más de cuatro meses. El representante argentino de paracanotaje ya tiene su lugar asegurado en los Juegos Paralímpicos de Tokio. «Estos meses fueron difíciles. Los sentí mucho. Entrené con el ergómetro, el simulador de kayak, pero de todas formas fue poco para lo que venía haciendo», señaló en Paradeportes Radio, el programa del deporte adaptado, inclusivo y paralímpico argentino (miércoles a las 21 por Eco Medios, AM 1220).
«En este tiempo se me hizo difícil encontrar la motivación, fue raro. Hablaba con mi entrenador y buscaba alternativas. Volví a entrenar en Olavarría hace una semana e intenté reacostumbrarme al kayak. Me sentí bien, cómodo, pero es un camino lento, largo, falta mucho. De todas formas, me siento bien mentalmente», aseguró.
El gran objetivo es Tokio y Lucas está enfocado en eso. Por tal motivo dejó su cargo en la Dirección de Políticas de Integración para la Discapacidad de Olavarría. «Renuncié y siento que ahora puedo ir en busca de mi sueño en Tokio. La función pública tiene un ciclo y creo que ya lo había cumplido después de casi 5 años«, explicó.
Más allá del resultado final, Díaz Aspiroz quiere sentir al final del camino que se esforzó lo más que pudo por esta meta: «Se estiró un año más pero sigo pensando que Tokio es una bala de plata para mi carrera. Me gustaría saber que dejé todo para estos Juegos Paralímpicos. Dios dirá cómo va a darse». En Tokio tendrá su segunda experiencia y está listo para vivirla: «Yo pensaba que Río 2016 no era un sueño sino un objetivo. Pero luego me di cuenta que sí fue un sueño cumplido. Para Tokio sé que voy a llegar bien y a disfrutar la competencia, algo que no pude hacer tanto en Río».