Para Luis Cristaldo, “la cabeza es todo”. A la hora de jugar, dice, lo más importante es controlar la mente. “La presión y las emociones se disparan en forma de tormenta dentro de uno. Los pensamientos van y vienen. Es una lucha interna. Por eso, a la hora de competir, el 90% depende de la mente”, explica el jugador de boccia que disputará su segundo paralímpico en París.
Cristaldo, que nació en Paraguay, vivió en Brasil y se asentó en la Argentina, considera que “podés ser el mejor tácticamente, tener un físico ideal y todos los conocimientos técnicos, pero si no controlás tu mente es imposible competir”. Para mejorar ese aspecto, el representante argentino trabaja con un psicólogo deportivo. “Lleva un gran esfuerzo, dedicación y paciencia”, aclara.
Así se prepara Cristaldo, jugador de la categoría BC2, para llegar de la mejor manera a los Juegos Paralímpicos. “La previa es muy intensa. Tratamos de trabajar todo lo posible y utilizamos al máximo los recursos que tenemos; lo que no tenemos, lo buscamos de alguna manera. A medida que pasan los años y vas compitiendo, ganas mucha experiencia y aprendés cosas nuevas constantemente. Por ese motivo se podría decir que estoy mejor que en Tokio”, le asegura a Paradeportes.
Luis Cristaldo nació con parálisis cerebral y apenas probó el deporte se dio cuenta de que tenía condiciones. Enseguida llegaron los torneos y los resultados: ganó las ediciones de los Juegos Bonaerenses de 2010, 2011 y 2013, año en el que integró el seleccionado juvenil. Y pocos meses después lo convocaron para la Selección Mayor. Su máximo logro con la celeste y blanca fue cuando se consagró campeón del mundo en Río de Janeiro 2022.
Su trabajo, hoy en día, está vinculado a su disciplina. “Estoy en la Municipalidad de Quilmes en el Área de Discapacidad con mi entrenadora Silvana Moure. Ahí enseñamos boccia y también realizamos otras actividades. En un futuro no muy lejano me gustaría empezar a estudiar algo”, confiesa.
Mientras tanto, Luis mata el tiempo con amigos. “Me gusta lo simple y sencillo: juntarme con gente de confianza para charlar de la vida, tomar unos mates y compartir momentos con mi vieja. Con mi novia tenemos el mismo hobby: los juegos virtuales. También veo series, películas y medito un poco. Trato de hacer actividades que me relajen”.
