Mientras la delegación argentina participaba de los Juegos Parapanamericanos de Lima, en agosto de 2019, otro representante nacional competía del otro lado del mundo. En Hungría, Lucas Díaz Aspiroz participó del Mundial de paracanotaje y logró su objetivo: llegó a la Final A, terminó noveno (sexto entre los que buscaban la plaza) y consiguió lugar en Tokio 2020.
De esta manera, hace casi un año y medio que el oriundo de Olavarría sabe que estará en sus segundos Juegos Paralímpicos (fue diploma en Río 2016). A pocos meses de la competencia, se mantiene en busca de llegar de la mejor manera: «Vengo bien. Me trabé en algunas oportunidades por dolores físicos pero sigo. Hay que poner el triple de corazón y seguir adelante. El objetivo de Tokio sigue siendo lo más grande».
«Estoy intentando encontrarme, queda poco. No son excusas, es la realidad. Pero de a poco todo va tomando forma y acomodándose de nuevo», agregó Lucas. Y señaló: «Estoy positivo, con ganas de seguir entrenando. Sé que voy a llegar bien y voy a hacer un excelente Juego Paralímpico. Estoy convencido de que voy a tener un muy buen resultado».
Lucas tiene muchos motivos para motivarse, pero uno especial: la ciudad de Takikawa, donde estará concentrando días antes del torneo, ya lo espera. Tuvo una videoconferencia con autoridades y ciudadanos del pueblo cercano a Tokio y hasta le hicieron un homenaje incluyendo su foto en las estampillas edición limitada que hicieron para promocionar los Juegos.
Algunas molestias físicas lo aquejan pero nada impide que siga adelante en busca de su objetivo. Sabe que todo depende de él: «He tenido algunos contratiempos por dolores de algunas lesiones. Pero sigo trabajando para mantenerme activo y llegar a Tokio al 110%».
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