La cuarentena afectó a cada persona de forma distinta y Eduardo Gauto tuvo varias emociones durante estos meses de pandemia. «Me sentía bien pero me agarraron algunos altibajos emocionales. Una noche me agarró un ataque de locura y dije: ‘Tengo que darle una solución a esto’. Hasta pensé en contagiarme», contó. Y agregó: «Tengo una cuñada que es terapista y le consulté. Me dio un tirón de orejas y puse los pies sobre la tierra. Y me sugirió anotarme para las pruebas». Así fue como el judoca paralímpico se metió en las investigaciones para la vacuna contra el coronavirus.

«Me puse a buscar información y encontré el lugar para inscribirme. Y después armé una carta contando por qué necesitaba ser parte de la investigación», relató en #ParadeportesRadio. ¿Qué lo motivó a animarse? «Para volver a entrenar, quería desarrollar anticuerpos. Y, a medida que pasaban los días, me di cuenta que es algo grandioso. Al mundo no tenemos que venir solamente a comer y dormir. De este proyecto van a formar parte 30 mil voluntarios en el mundo y saber que podía ser uno me hizo sentir importante», respondió.

Como cumplió los requisitos (mayor de 18 años, menor de 65, y sano tras las evaluaciones), fue elegido. Le hicieron un hisopado y luego le aplicaron las primera dosis. «De los 4500 seleccionados, la mitad recibió un placebo. Así que no sé qué me dieron. Pero confío y tengo mucha fe de que me hayan tocado los anticuerpos», comentó el campeón parapanamericano en Lima 2019.

Gauto tiene un control permanente por si presenta síntomas. Ante cualquier eventualidad, se comunica a través de una aplicación. A los 31 años, luego de hacer judo, fútbol para ciegos y cumplir varias metas personales, sigue enfocado en nuevos desafíos: «Estoy muy tranquilo y confiado, nunca tuve temor. Confío en que va a salir pronto la vacuna. Sentí que era lo que tenía que hacer».